CONCEPTO DE ALMA

La definición de alma es originaria del latín ánima que significa aire. Alma, ánima o espíritu, son sinónimos para nombrar el “principio espiritual que informa el cuerpo humano y con él constituye la esencia humana. Está compuesta por la parte moral y emocional del hombre. Muchos pueblos primitivos entienden todo lo que se mueve como habitado por un alma, como esencia misma del hombre, concebida generalmente como algo que existe antes de nacer y que sigue con vida después de la muerte”[1].

Para el Cristianismo[2], el alma constituye el principio vital de los seres humanos, que es uno en cuerpo y alma. Juan Pablo II, hizo referencia a que la palabra animal también proviene del latín ánima y afirmó que los animales también tienen alma y que los seres humanos deben ser solidarios con ellos, aunque se trate de un alma menos completa que la humana.

Desde la Filosofía, según Platón, el alma es eterna, su existencia perdurable y su existencia esta antes de unirse al cuerpo, por lo que esta unión ocurre de un modo accidental y da como resultado al ser humano. El alma continúa existiendo más allá de la muerte y con independencia del cuerpo.

Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, considerará que hay tantos tipos de almas como tipos generales de actividades vitales: en las plantas el alma vegetativa, en los animales el alma sensitiva y en los hombres el alma intelectiva. Solo hay un alma, que a su vez, según Santo Tomás, el alma humana engloba en una sola, los tres estadios, es decir, el alma intelectual, la sensitiva y la vegetativa, el alma animal, solo dos y las plantas una.

“Con relación al momento en que el ‘alma’ entra en el ‘cuerpo humano’ y lo vivifica, durante muchos años la Iglesia ha mantenido, siguiendo a Aristóteles, que el cuerpo masculino es ‘animado’ a los cuarenta días de su concepción y a los ochenta el femenino… Hoy, sin lógica científica alguna, tal teoría ha desaparecido del ‘corpus doctrinal’ de la Iglesia. El asunto radicaba en concepciones fisiológicas equivocadas: de cuándo el feto está animado o no animado, en el doble sentido de tener vida y de tener alma, cuando ya la misma medicina distinguía entre óvulo, embrión, feto y ser humano. La primera redacción del Derecho Canónico no habla de tiempos, pero da por sentada la opinión de Hipócrates, de treinta días para el feto animado”[4].

El catolicismo, en su doctrina dice que el alma es inmortal, a diferencia del cuerpo. Después de la muerte, el hombre llega a Dios gracias a su alma, que no tiene existencia corporal, ni origen material. El alma es expulsada del cuerpo en el momento en que se produce la muerte. Se exhala con el último suspiro.

La explicación del alma en este trabajo, viene a colación, en que a un nacido muerto, no se le reconoce el haber sido persona, cuando es la misma Iglesia Católica la que reconoce que a partir de los 30 días de embarazo, ese feto en formación ya es una entidad distinta de la madre con alma propia.